La comarca lleva mes y medio sin cubrir una de las tres plazas de forense asignadas a Avilés. La falta de profesionales se traduce en una mayor lentitud para atender a los casos, ya que su informe son preceptivos en la mayoría de los expedientes de las jurisdicciones penales y civil. La situación inquieta especialmente a los profesionales de la justicia ya que ven como los asuntos que tramitan avanzan con una mayor lentitud de lo habitual.
Actualmente, la ciudad cuenta con tres forenses. Dos de ellos cuentan con la plaza en propiedad, mientras que un tercero trabaja como interino. Con el equipo al completo, se trabaja con intensidad, ya que tres profesionales asumen toda la actividad generada por los órganos de Avilés y Pravia.
Sin embargo, el problema surge cuando una de las forenses se pone de baja y el Ministerio de Justicia decide no cubrirla. La situación no es nueva en los juzgados de Avilés ya que no resulta sencillo encontrar médicos para trabajar de forense. Se trata de un contrato temporal, sin demasiadas perspectivas de lograr un contrato indefinido. En esta situación, los galenos prefieren las interinidades en el Servicio de Salud del Principado que, a la postre, les pueden ayudar a encontrar un contrato indefinido.
Sin embargo, en estos momentos se alarga más de lo habitual. En ocasiones anteriores, el Ministerio de Justicia tardaba en cubrir las bajas entre una y dos semanas. Un plazo de tiempo que, en esta ocasión, se ha superado ampliamente. Y, lo que es más grave, nadie sabe cuándo se recuperará el equipo normal.
Todo esto repercute negativamente en su actividad normal, donde el día a día va saliendo con más lentitud y algunas demoras. No se puede olvidar que los forenses de Avilés atienden a los siete juzgados de Primera Instancia e Instrucción de la ciudad, el juzgado de Pravia, los juicios rápidos (que son prioritarios sobre los demás asuntos), la actividad Penal, autopsias, incapacidades civiles, violencia de género, asuntos de tráfico...
Además, al contar sólo con dos forenses, uno de ellos debe asumir las guardias con una semana de duración. El otro se encarga del trabajo diario. El especialista de guardia cubre su jornada normal durante la mañana, pero se encuentra disponible para los casos que debe atender durante los festivos, fines de semana y en las tardes y noches de los días laborales. De esta manera, la carga de trabajo se incrementa de forma sustancial ya que las guardias sólo se turnan entre dos.
Incluso, en algún caso, llega a ausentarse de la ciudad, lo que en las últimas semanas ha disparado los rumores sobre la intención del Principado de recortar el número de forenses en activo a pesar de que sea una competencia que aún conserva el Ministerio de Justicia. Además, desde la consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad han rechazado cualquier posible reducción en el número de forenses asignados a la ciudad.
Más aún cuando está prevista la creación de un nuevo juzgado mixto, con lo que se seguirá incrementando la actividad de los forenses. La lentitud con la que el Ministerio de Justicia atiende a las necesidades de la comarca incrementa la sensación de abandono entre los profesionales de la administración de Justicia.
Así, por ejemplo, no es nueva la escasez de personal en el destacamento fiscal, lo que desde hace años les obliga a ausentarse de los casos civiles, donde únicamente informan por escrito. Y aunque este año entró en funcionamiento el segundo juzgado de lo Penal, también se conoció la decisión de trasladar a Gijón el Juzgado de Violencia de Género. Además de la pérdida de un órgano judicial, la decisión del Principado supone una molestia para los ciudadanos, sobre todo para las víctimas de violencia machista, que perderán la cercanía con la administración de Justicia de la que venían disfrutando hasta ahora.
En este contexto, en el Palacio de Justicia existe un evidente malestar por los sucesivos anuncios de la nueva oficina judicial que hasta el momento no se han traducido en una realidad concreta para los ciudadanos. De esta manera, aumenta la percepción generalizada de que Avilés es una plaza también relegada en materia judicial y donde órganos que se ven como necesarios, como juzgados especializados para los asuntos contenciosos-administrativos o económicos, no se convertirán en una realidad a medio plazo.
Fuente: elcomerciodigital.com
Actualmente, la ciudad cuenta con tres forenses. Dos de ellos cuentan con la plaza en propiedad, mientras que un tercero trabaja como interino. Con el equipo al completo, se trabaja con intensidad, ya que tres profesionales asumen toda la actividad generada por los órganos de Avilés y Pravia.
Sin embargo, el problema surge cuando una de las forenses se pone de baja y el Ministerio de Justicia decide no cubrirla. La situación no es nueva en los juzgados de Avilés ya que no resulta sencillo encontrar médicos para trabajar de forense. Se trata de un contrato temporal, sin demasiadas perspectivas de lograr un contrato indefinido. En esta situación, los galenos prefieren las interinidades en el Servicio de Salud del Principado que, a la postre, les pueden ayudar a encontrar un contrato indefinido.
Sin embargo, en estos momentos se alarga más de lo habitual. En ocasiones anteriores, el Ministerio de Justicia tardaba en cubrir las bajas entre una y dos semanas. Un plazo de tiempo que, en esta ocasión, se ha superado ampliamente. Y, lo que es más grave, nadie sabe cuándo se recuperará el equipo normal.
Todo esto repercute negativamente en su actividad normal, donde el día a día va saliendo con más lentitud y algunas demoras. No se puede olvidar que los forenses de Avilés atienden a los siete juzgados de Primera Instancia e Instrucción de la ciudad, el juzgado de Pravia, los juicios rápidos (que son prioritarios sobre los demás asuntos), la actividad Penal, autopsias, incapacidades civiles, violencia de género, asuntos de tráfico...
Además, al contar sólo con dos forenses, uno de ellos debe asumir las guardias con una semana de duración. El otro se encarga del trabajo diario. El especialista de guardia cubre su jornada normal durante la mañana, pero se encuentra disponible para los casos que debe atender durante los festivos, fines de semana y en las tardes y noches de los días laborales. De esta manera, la carga de trabajo se incrementa de forma sustancial ya que las guardias sólo se turnan entre dos.
Incluso, en algún caso, llega a ausentarse de la ciudad, lo que en las últimas semanas ha disparado los rumores sobre la intención del Principado de recortar el número de forenses en activo a pesar de que sea una competencia que aún conserva el Ministerio de Justicia. Además, desde la consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad han rechazado cualquier posible reducción en el número de forenses asignados a la ciudad.
Más aún cuando está prevista la creación de un nuevo juzgado mixto, con lo que se seguirá incrementando la actividad de los forenses. La lentitud con la que el Ministerio de Justicia atiende a las necesidades de la comarca incrementa la sensación de abandono entre los profesionales de la administración de Justicia.
Así, por ejemplo, no es nueva la escasez de personal en el destacamento fiscal, lo que desde hace años les obliga a ausentarse de los casos civiles, donde únicamente informan por escrito. Y aunque este año entró en funcionamiento el segundo juzgado de lo Penal, también se conoció la decisión de trasladar a Gijón el Juzgado de Violencia de Género. Además de la pérdida de un órgano judicial, la decisión del Principado supone una molestia para los ciudadanos, sobre todo para las víctimas de violencia machista, que perderán la cercanía con la administración de Justicia de la que venían disfrutando hasta ahora.
En este contexto, en el Palacio de Justicia existe un evidente malestar por los sucesivos anuncios de la nueva oficina judicial que hasta el momento no se han traducido en una realidad concreta para los ciudadanos. De esta manera, aumenta la percepción generalizada de que Avilés es una plaza también relegada en materia judicial y donde órganos que se ven como necesarios, como juzgados especializados para los asuntos contenciosos-administrativos o económicos, no se convertirán en una realidad a medio plazo.
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