El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Almagro (Ciudad Real), Miguel del Castillo, alerta en una carta del "lodazal" en el que se ha convertido esta sede judicial por la falta de medios y por la huelga de funcionarios y asegura que es inminente "una situación de colapso, de caos total".
Del Castillo ha remitido la misiva, entre otros, al presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando; al ministro de Justicia en funciones, Mariano Fernández Bermejo, y al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco. Con ella, el juez pretende dar "una última voz de alarma" sobre el estado del órgano judicial antes de abandonarlo y confiesa: "no sé qué tiene que ocurrir para que esta sede tercermundista, probablemente una de las peores del Estado, sea escuchada".
Según el juez, en su órgano judicial "la instrucción ya no existe", pues la oficina penal "lleva desierta la práctica totalidad del año 2008, no se incoa, no se instruye, nada funciona" y el servicio público "está totalmente paralizado". Del Castillo relata en la carta la influencia que tiene en un juzgado único como el de Almagro el "legítimo ejercicio del derecho a la huelga" por parte de la mitad de los funcionarios que tiene adscritos.
Recuerda que la previsión reglamentaria de servicios mínimos establece que deben trabajar un gestor, un tramitador y un agente, pero no especifica si deben estar adscritos a la oficina penal o a la civil. En el caso de Almagro, los funcionarios que siguen la huelga están adscritos a la oficina penal, que gestiona "más de 2.000 diligencias previas anuales y decenas de asuntos de malos tratos", y que ahora sufre un estado "de abandono total".
Insiste en que los dos últimos años no se ha hecho nada para mejorar la situación del Juzgado, "salvo una chapuza arquitectónica", y augura que la huelga provocará que "uno de los pilares del Estado -la Justicia- naufrague y se ahogue en el océano de sordera institucional que inunda estas tierras olvidadas de Castilla".
Asegura que, hasta el momento, el Juzgado ha funcionado gracias a una "incombustible entrega, compromiso, implicación y esfuerzo organizativo" por su parte y por parte del secretario judicial, que han "reemplazado su vida personal por una especie de locura agónica", y advierte de que, cuando ellos se marchen, es probable una "ruina judicial" salvo que quien les sustituya actúe igual que ellos. "Ningún juez, estoy seguro, será capaz, con las condiciones actuales, de soportar la carga judicial que este órgano, dotado, ya sabemos, de personal interino en su práctica integridad, y de unas instalaciones más que precarias, conlleva", añade en la carta.
Termina la carta con el ruego ("por favor, por favor") de que se cree un nuevo juzgado en Almagro y con la queja por haber descubierto tras casi dos años "de absoluta entrega y vocación" que "la justicia de pueblo no interesa". El 15 de febrero de 2007, el gerente territorial del Ministerio de Justicia, Luis Fresneda, planteó en Almagro que el partido judicial contaría con un segundo juzgado "en un futuro inmediato", quizá durante 2008.
Fuente: Libertad Digital
Del Castillo ha remitido la misiva, entre otros, al presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando; al ministro de Justicia en funciones, Mariano Fernández Bermejo, y al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco. Con ella, el juez pretende dar "una última voz de alarma" sobre el estado del órgano judicial antes de abandonarlo y confiesa: "no sé qué tiene que ocurrir para que esta sede tercermundista, probablemente una de las peores del Estado, sea escuchada".
Según el juez, en su órgano judicial "la instrucción ya no existe", pues la oficina penal "lleva desierta la práctica totalidad del año 2008, no se incoa, no se instruye, nada funciona" y el servicio público "está totalmente paralizado". Del Castillo relata en la carta la influencia que tiene en un juzgado único como el de Almagro el "legítimo ejercicio del derecho a la huelga" por parte de la mitad de los funcionarios que tiene adscritos.
Recuerda que la previsión reglamentaria de servicios mínimos establece que deben trabajar un gestor, un tramitador y un agente, pero no especifica si deben estar adscritos a la oficina penal o a la civil. En el caso de Almagro, los funcionarios que siguen la huelga están adscritos a la oficina penal, que gestiona "más de 2.000 diligencias previas anuales y decenas de asuntos de malos tratos", y que ahora sufre un estado "de abandono total".
Insiste en que los dos últimos años no se ha hecho nada para mejorar la situación del Juzgado, "salvo una chapuza arquitectónica", y augura que la huelga provocará que "uno de los pilares del Estado -la Justicia- naufrague y se ahogue en el océano de sordera institucional que inunda estas tierras olvidadas de Castilla".
Asegura que, hasta el momento, el Juzgado ha funcionado gracias a una "incombustible entrega, compromiso, implicación y esfuerzo organizativo" por su parte y por parte del secretario judicial, que han "reemplazado su vida personal por una especie de locura agónica", y advierte de que, cuando ellos se marchen, es probable una "ruina judicial" salvo que quien les sustituya actúe igual que ellos. "Ningún juez, estoy seguro, será capaz, con las condiciones actuales, de soportar la carga judicial que este órgano, dotado, ya sabemos, de personal interino en su práctica integridad, y de unas instalaciones más que precarias, conlleva", añade en la carta.
Termina la carta con el ruego ("por favor, por favor") de que se cree un nuevo juzgado en Almagro y con la queja por haber descubierto tras casi dos años "de absoluta entrega y vocación" que "la justicia de pueblo no interesa". El 15 de febrero de 2007, el gerente territorial del Ministerio de Justicia, Luis Fresneda, planteó en Almagro que el partido judicial contaría con un segundo juzgado "en un futuro inmediato", quizá durante 2008.
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