El agujero de las arcas públicas está forzando al Gobierno a anunciar medidas que había descartado o criticado hasta la saciedad. La primera será la de subir impuestos. Blanco ha dicho este sábado, además, que estudian congelar el sueldo de los funcionarios. CCOO y UGT estarán con el PSOE.
El Gobierno sigue en su travesía de recortar gastos por la mala situación de las cuentas públicas del Estado. No sólo está abonando el terreno hacia la subida de impuestos, sino que ha vuelto a reabrir el debate sobre la necesidad de congelar el salario de los funcionarios. Lo hizo ayer el ministro de Fomento, José Blanco, quien abogó por establecer «niveles de contención» en los salarios de los empleados públicos de cara a 2010.
Blanco reconoció que los empleados públicos han visto mejorado su poder adquisitivo en los últimos meses como consecuencia del descenso de la inflación, que se sitúa en el -1,4%, y recordó que el Ejecutivo afronta «tiempos de austeridad» derivados de la crisis.
«Una medida razonable»
El Ministerio de Economía confirmó a LA RAZÓN, el pasado mes de julio, que el Gobierno pondrá encima de la mesa de negociación con los sindicatos la congelación de los salarios de los funcionarios del Estado en 2010. Según aseguró a este diario un alto cargo del Ejecutivo, «parece razonable» que las retribuciones de los más de 2,6 millones de funcionarios del Estado también se adapten a la crisis.
Los gastos de personal ascendieron en 2009 a 33.057 millones de euros, un 5,6% más respecto al Presupuesto de 2008. En los últimos ejercicios los sueldos de los funcionarios han experimentado subidas medias de alrededor del 4% y ahora con la congelación salarial el Gobierno se ahorraría 1.000 millones de euros.
Blanco aseguró que los sindicatos «están en muy buena disposición para establecer ese acuerdo». El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, respondió que esta medida podría plantearse en una próxima reunión de la mesa de la función pública entre Gobierno y sindicatos, que espera retomar en septiembre. No obstante, añadió Toxo, antes de tomar una decisión «habría que valorar las distintas situaciones, ya que tampoco aquí vale lo del café con leche para todos». UGT por su parte, afirmó que «hay margen para negociar», aunque rechazó cualquier propuesta para congelar el sueldo de los funcionarios que suponga una pérdida de poder adquisitivo.
Esta actitud de los sindicatos CCOO y UGT nada tiene que ver con la adoptada en 1996, cuando organizaron una huelga por la decisión del Gobierno del de congelar los salarios a los funcionarios, una medida ratificada por el Tribunal Supremo.
De los más de 2,6 millones de funcionarios, 1,3 millones (50,6%) corresponden a las comunidades autónomas, 629.505 (23,85%) a las administraciones locales, 575.021 (21,8%) a la administración central y 99.530 (3,8%) a las universidades, según datos del Ministerio de Política Territorial.
Fuente: larazon.es , Libertad Digital
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