Argentina. No importa lo que diga o prometa el Gobierno: los jubilados no están contentos con sus haberes y, en masa, inundan los tribunales: en ocho meses presentaron 30.018 reclamos. Desde febrero hasta septiembre (hay que excluir la feria judicial de enero), el aluvión de demandas por reajustes llegó a tal punto que obligó a la Corte Suprema, a pedido de la Cámara Federal de la Seguridad Social, a suspender por diez días el sorteo de nuevos expedientes. El trabajo se reanudará el lunes próximo.
Los números son categóricos: en todo el fuero de la Seguridad Social tramitan más de 90.000 demandas, pero en lo que va del año se presentaron a razón de 125 por día en la mesa de entradas, que las sortea entre diez juzgados previsionales de primera instancia.
Hubo una luz roja de alarma: en los últimos años, cada mes ingresaban, en promedio, unos 4600 expedientes, pero en septiembre y en la primera semana de octubre se presentaron 8806 demandas. En tanto, en el mismo período, entraron en la Cámara de apelaciones 16.600 expedientes y el promedio mensual de elevación de recursos saltó de 2563 a 4265.
Reajustes que no convencen
El Gobierno, a partir de 2003, dispuso discrecionalmente varios reajustes para las jubilaciones mínimas, pero esos aumentos no llegaron en igual proporción a las jubilaciones intermedias ni tampoco lograron frenar el atraso que, durante años, sufre el sector pasivo, ni el deterioro que adicionalmente produjo la inflación.
Por eso, la mayor parte de las demandas presentadas se refiere a reclamos por reajustes de haberes: ajustes posteriores a 2002, como los que la Corte reconoció en el caso Badaro, al establecer una movilidad del 88 por ciento; reajustes desde la fecha de corte del caso Badaro, en 2006, hasta 2008, según lo aceptó una de las salas de la cámara del fuero en el caso Cirilo; redeterminación de haberes para mejorar el salario sobre el que se computa el haber; actualización de la prestación básica universal, discusiones sobre cuál índice corresponde aplicar y otros.
Por múltiples motivos, los reclamos por reajustes se acumulan. "En algunos juzgados hay problemas edilicios, pero el problema fundamental es el atascamiento fenomenal por la gran litigiosidad contra la Anses. Esto es una consecuencia de las malas políticas en materia previsional aplicadas durante muchos años", dijo el juez de cámara Luis Herrero.
Sin duda, el fallo de la Corte en el citado caso Badaro, que reconoció el derecho de los jubilados a obtener la movilidad de las jubilaciones por el período 2002/2006, fue un hito importante en el reconocimiento de los derechos de los jubilados. Pero mientras el alto tribunal resuelve caso por caso, sus sentencias producen un efecto cascada y generan una multiplicidad de demandas.
En definitiva, la responsabilidad es del poder político y la gente busca un salvavidas en la Justicia. Además, desde que la Corte Suprema resolvió el caso Badaro hasta que el Congreso Nacional sancionó la nueva ley de movilidad, hace pocas semanas, transcurrieron dos años.
Por otra parte, la nueva ley deja muchos puntos sin resolver, como el pago de los retroactivos de movilidad, en tanto que la fórmula para calcular el reajuste genera muchas dudas.
Los reclamos que podría generar la aplicación de la ley de movilidad todavía no llegaron a los tribunales, pero en breve comenzarán a presentarse, posiblemente en dos oleadas, la primera antes de fin de año por el pago de retroactivos de movilidad, y la segunda, una vez que la aplicación concreta de la fórmula muestre sus resultados.
El 29 de septiembre, a pedido de la cámara previsional, la Corte Suprema dictó la resolución 2170/08, por la cual dispuso el feriado judicial en dos juzgados de ese fuero y, principalmente, en la Mesa de Entradas, donde se sortean los nuevos expedientes. Los datos surgen de la Oficina de Informática del tribunal, donde una fuente dice que "no alcanzábamos a darles ingreso a tantos casos".
Según la resolución de la Corte, el feriado de sorteo de causas comenzó el 6 de octubre. A partir del lunes, la cámara del fuero volverá a recibir demandas y sortearlas entre todos los juzgados de primera instancia.
Fuente: lanacion.com.ar
Los números son categóricos: en todo el fuero de la Seguridad Social tramitan más de 90.000 demandas, pero en lo que va del año se presentaron a razón de 125 por día en la mesa de entradas, que las sortea entre diez juzgados previsionales de primera instancia.
Hubo una luz roja de alarma: en los últimos años, cada mes ingresaban, en promedio, unos 4600 expedientes, pero en septiembre y en la primera semana de octubre se presentaron 8806 demandas. En tanto, en el mismo período, entraron en la Cámara de apelaciones 16.600 expedientes y el promedio mensual de elevación de recursos saltó de 2563 a 4265.
Reajustes que no convencen
El Gobierno, a partir de 2003, dispuso discrecionalmente varios reajustes para las jubilaciones mínimas, pero esos aumentos no llegaron en igual proporción a las jubilaciones intermedias ni tampoco lograron frenar el atraso que, durante años, sufre el sector pasivo, ni el deterioro que adicionalmente produjo la inflación.
Por eso, la mayor parte de las demandas presentadas se refiere a reclamos por reajustes de haberes: ajustes posteriores a 2002, como los que la Corte reconoció en el caso Badaro, al establecer una movilidad del 88 por ciento; reajustes desde la fecha de corte del caso Badaro, en 2006, hasta 2008, según lo aceptó una de las salas de la cámara del fuero en el caso Cirilo; redeterminación de haberes para mejorar el salario sobre el que se computa el haber; actualización de la prestación básica universal, discusiones sobre cuál índice corresponde aplicar y otros.
Por múltiples motivos, los reclamos por reajustes se acumulan. "En algunos juzgados hay problemas edilicios, pero el problema fundamental es el atascamiento fenomenal por la gran litigiosidad contra la Anses. Esto es una consecuencia de las malas políticas en materia previsional aplicadas durante muchos años", dijo el juez de cámara Luis Herrero.
Sin duda, el fallo de la Corte en el citado caso Badaro, que reconoció el derecho de los jubilados a obtener la movilidad de las jubilaciones por el período 2002/2006, fue un hito importante en el reconocimiento de los derechos de los jubilados. Pero mientras el alto tribunal resuelve caso por caso, sus sentencias producen un efecto cascada y generan una multiplicidad de demandas.
En definitiva, la responsabilidad es del poder político y la gente busca un salvavidas en la Justicia. Además, desde que la Corte Suprema resolvió el caso Badaro hasta que el Congreso Nacional sancionó la nueva ley de movilidad, hace pocas semanas, transcurrieron dos años.
Por otra parte, la nueva ley deja muchos puntos sin resolver, como el pago de los retroactivos de movilidad, en tanto que la fórmula para calcular el reajuste genera muchas dudas.
Los reclamos que podría generar la aplicación de la ley de movilidad todavía no llegaron a los tribunales, pero en breve comenzarán a presentarse, posiblemente en dos oleadas, la primera antes de fin de año por el pago de retroactivos de movilidad, y la segunda, una vez que la aplicación concreta de la fórmula muestre sus resultados.
El 29 de septiembre, a pedido de la cámara previsional, la Corte Suprema dictó la resolución 2170/08, por la cual dispuso el feriado judicial en dos juzgados de ese fuero y, principalmente, en la Mesa de Entradas, donde se sortean los nuevos expedientes. Los datos surgen de la Oficina de Informática del tribunal, donde una fuente dice que "no alcanzábamos a darles ingreso a tantos casos".
Según la resolución de la Corte, el feriado de sorteo de causas comenzó el 6 de octubre. A partir del lunes, la cámara del fuero volverá a recibir demandas y sortearlas entre todos los juzgados de primera instancia.
Fuente: lanacion.com.ar
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