domingo, enero 25, 2009

La humedad destruye expedientes judiciales en Mislata y Valencia

No es exclusivo de Mislata y Paterna, pero evidencia las pésimas condiciones de trabajo de muchas sedes judiciales de la Comunidad Valenciana. La precariedad de medios ha provocado incluso la destrucción de decenas de expedientes por inundaciones al reventar la fosa séptica de Mislata o una bajante en una sede de Paterna. A eso se suma la convivencia con cucarachas, moscones y ratas. No tienen luz natural, no hay salida de emergencias, cualquier rincón alberga expedientes, las piezas de convicción llegan a amontonarse en el suelo, las sillas lucen quemaduras y restos de suciedad...


Los funcionarios llevan al menos desde 2003 denunciando las carencias tanto a la inspección de trabajo como a la dirección general de Justicia. La Consejería de Justicia fía la solución a la construcción de las nuevas sedes judiciales. La de Mislata no estará lista como pronto hasta dentro de 14 meses. La de Paterna, no en menos de dos años.

La consejería afirma que la empresa de desinfección acude periódicamente. Pero no se pinta, no se añaden estanterías suficientes, no se cambia mobiliario. "Recogemos los restos de otros", explica una funcionaria de Mislata. Y, en algunos casos, son los propios trabajadores los que incorporan medios. "La estantería que tengo al lado de mi mesa, la traje de mi casa. Las bandejas colocadas junto a la ventana para documentación, las compramos nosotros en una tienda de los chinos", agrega. En Paterna, a esa situación se añade, por ejemplo, que el único ascensor está sellado con silicona por lo insoportable del nauseabundo olor que desprendía. "Ahí dentro puede haber cualquier cosa, cualquier cosa. Y nunca ha funcionado", explica una funcionaria.

Gabriela Bravo, portavoz del Consejo General del Poder Judicial, denunció las "penosas" condiciones en las que se trabaja en Mislata y reclamó medios.

"Si esto se incendiara, moriríamos achicharrados como ratas", afirma una funcionaria de las dependencias judiciales de la calle del Cristo de La Fe, en Paterna, donde están los juzgados números tres y cuatro. El paisaje nada más entrar lo dominan centenares de carpetas ocupando cualquier rincón, detrás de la puerta, en el recorrido de la escalera, debajo de la mesa, contra la pared y sin estanterías. En esa sede, que funciona desde 1992, que se asemeja a un tubo y tiene dos niveles, no hay luz natural, los ventanucos están protegidos por rejas fijas, hay un sólo acceso y no hay salida de emergencia, es imposible encontrar un espacio común libre. Se acumulan incluso fotocopiadoras e impresoras ya desahuciadas que desde hace meses, y algunas años, deberían haber sido trasladadas al ecoparque y allí permanecen. El archivo es prácticamente intransitable, no sólo por la cantidad de carpetas que hay por el suelo, así como piezas de convicción (pruebas de las causas, desde una chaqueta a un casco, un cuchillo o un bolso), sino porque las estanterías desafían a la gravedad de lo cargadas que están y sin contar con protección alguna.

En esa misma sede, viven ratones, cucarachas y moscones. La situación llegó a ser tal sin obtener respuesta que, explican, guardaron en una caja de cartón hasta 60 cucarachas muertas para que la inspección fuera y desinfectara. En el techo del juzgado tres es visible la marca que dejó la rata que quedó muerta tras golpearla. "De primavera a otoño, abres una carpeta y hay cucarachas. No podemos llevar sandalias. Y en mi estantería vive un ratón, no sé dónde crían, pero vive ahí", asegura una funcionaria.

En ese juzgado, salieron con los pantalones por la rodilla porque reventó una bajante. Se mojaron varias carpetas con decenas de expedientes cuya información fue irrecuperable. Al igual que se mojan por humedades en el juzgado número cuatro. Uno de los funcionarios dice que en varias ocasiones ha tenido que extender la documentación de decenas de causas por mesas y suelo para que se seque. Esas dependencias no tienen acceso para minusválidos. Cuando viene uno que va al juzgado cuatro, el que está en la parte elevada, juez, secretaria y funcionario tienen que instalarse en mitad de un reducidísimo despacho que ya ocupan cuatro personas que, además, están haciendo otro trabajo.

En Paterna, como en las dependencias que ocupa el juzgado tres de Mislata, víctima y agresor comparten el mismo espacio, están en pasillos donde coinciden policías, funcionarios, detenidos, denunciantes. "El pasado noviembre nos pusieron un habitáculo para las víctimas de violencia sobre la mujer. Hasta ahora, las teníamos que esconder donde pudiéramos para que no se encontraran", explica la misma funcionaria de Mislata que relata que los teléfonos son de un modelo tan antiguo que el operario no puede sustituirlos. "Por eso están forrados de celo, y en el peor de los casos, encontramos recambios en el rastro", asegura.

Justicia tiene comprometida la construcción de 15 nuevas sedes judiciales, cuya última obra se licitará en 2011 y que tiene un presupuesto global de 225 millones de euros.

Fuente: elpais.com

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