El temporal que ha azotado la región estos días ha puesto de manifiesto las deficiencias de algunos edificios judiciales de Santander. El Juzgado de Instrucción 5, que comenzó a funcionar hace un mes, fue uno de los más perjudicados. También los dos juzgados de la calle del Carmen, la zona de bajo cubierta del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, que aloja las cuatro secciones de la Audiencia, y el archivo judicial que se encuentra en la antigua sede de Tabacalera sufrieron el lunes el embate de la borrasca, que obligó a los funcionarios a tirar de fregona para recoger el agua que caía las oficinas y algún despacho judicial. «Esta es una imagen tercermundista de la justicia», se quejaba un empleado público.
El pasado miércoles, las secuelas del temporal todavía se dejaban ver en los pasillos de la Audiencia y en el Juzgado de Instrucción número 5.
Desde la Consejería de Presidencia y Justicia, que asumió hace un año la transferencia de todos los inmuebles judiciales menos del edificio en obras del complejo judicial de Las Salesas, se han dado instrucciones para adoptar «soluciones provisionales» hasta que los operarios puedan subir a los tejados y reparar las filtraciones.
El caso más «sangrante», a juicio de los funcionarios, se produjo en el Juzgado de Instrucción número 5 de Santander. Este órgano judicial, que comenzó a funcionar el pasado 30 de diciembre, se ubica en la bajo cubierta del nuevo edificio de Las Salesas. El pasado viernes una ventana de tipo Velux de la oficina judicial de este juzgado «se abrió y el agua cayó a chorros», señala un empleado.
Pero el lunes las filtraciones de agua en este departamento alcanzaron tal gravedad que los funcionarios se vieron obligados a mover el mobiliario. En ese momento en la oficina judicial se estaba tomando declaración a varias personas, ciudadanos que no daban crédito a lo que estaban viendo en un ámbito judicial. Algunos expedientes se mojaron y la tarima del suelo se ha levantado parcialmente. Los funcionarios tuvieron que interrumpir su actividad para recoger los charcos de agua.
Las obras de ampliación y rehabilitación integral del edificio de Las Salesas, tanto de la primera fase, ya terminada, como de la segunda, están siendo acometidas por el Ministerio de Justicia. La Consejería de Presidencia y Justicia no quiso recibir la transferencia de este inmueble hasta que los trabajos estén concluidos, por lo que la responsabilidad de la obra es exclusiva de la administración central.
Suspensión de pagos
El proyecto de rehabilitación fue adjudicado a la empresa Alcuba, que presentó concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) hace dos meses. En este momento la segunda fase está muy avanzada, a falta de remates y detalles no menos importantes. Pero en abril el edificio tiene que estar listo para acoger a los Juzgados de Primera Instancia dispersos por las calles del Carmen y Rualasal. Según indicó el consejero de Justicia, Vicente Mediavilla, «el ministerio se ha comprometido a entregarnos el edificio en abril». El director de la obra del Ministerio de Justicia, Vicente Ramírez, precisó que «el compromiso de entrega se va a cumplir». Sobre las deficiencias en la zona recién habilitada no quiso hacer comentarios.
Pero los problemas de Alcuba han «ralentizado» el desarrollo de los trabajos. «Aquí sólo hay un operario», comenta otro funcionario, que cuestiona que para abril la fase esté terminada. El director general de Justicia, Juan Carlos Mediavilla, precisa en este contexto que sólo resta el acondicionamiento de interiores y «tenemos el compromiso del Ministerio de Justicia de que terminará el edificio».
Pero además de las filtraciones en este edificio, en la zona de bajo cubierta del Tribunal Superior de Justicia también se produjeron goteras importantes. «Era impresionante como caía el agua el lunes», comenta un magistrado. En la sala de vistas donde se iba a celebrar un juicio con jurado, los funcionarios tuvieron que recoger con fregonas el agua que había entrado por las ventanas. Los despachos de varios magistrados también se mojaron y las papeleras que se encontraban en los pasillos servían de depósito para recoger el agua, todo ello a la vista de los ciudadanos.
También hubo problemas en los juzgados de la calle del Carmen y en el archivo judicial de Tabacalera, si bien en ningún caso el agua afectó a los expedientes, según reconoció el director general de Justicia. Mediavilla señaló que se han adoptado medidas provisionales hasta que los obreros puedan acceder al tejado para realizar los trabajos de reparación necesarios.
Fuente: eldiariomontanes.es
El pasado miércoles, las secuelas del temporal todavía se dejaban ver en los pasillos de la Audiencia y en el Juzgado de Instrucción número 5.
Desde la Consejería de Presidencia y Justicia, que asumió hace un año la transferencia de todos los inmuebles judiciales menos del edificio en obras del complejo judicial de Las Salesas, se han dado instrucciones para adoptar «soluciones provisionales» hasta que los operarios puedan subir a los tejados y reparar las filtraciones.
El caso más «sangrante», a juicio de los funcionarios, se produjo en el Juzgado de Instrucción número 5 de Santander. Este órgano judicial, que comenzó a funcionar el pasado 30 de diciembre, se ubica en la bajo cubierta del nuevo edificio de Las Salesas. El pasado viernes una ventana de tipo Velux de la oficina judicial de este juzgado «se abrió y el agua cayó a chorros», señala un empleado.
Pero el lunes las filtraciones de agua en este departamento alcanzaron tal gravedad que los funcionarios se vieron obligados a mover el mobiliario. En ese momento en la oficina judicial se estaba tomando declaración a varias personas, ciudadanos que no daban crédito a lo que estaban viendo en un ámbito judicial. Algunos expedientes se mojaron y la tarima del suelo se ha levantado parcialmente. Los funcionarios tuvieron que interrumpir su actividad para recoger los charcos de agua.
Las obras de ampliación y rehabilitación integral del edificio de Las Salesas, tanto de la primera fase, ya terminada, como de la segunda, están siendo acometidas por el Ministerio de Justicia. La Consejería de Presidencia y Justicia no quiso recibir la transferencia de este inmueble hasta que los trabajos estén concluidos, por lo que la responsabilidad de la obra es exclusiva de la administración central.
Suspensión de pagos
El proyecto de rehabilitación fue adjudicado a la empresa Alcuba, que presentó concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) hace dos meses. En este momento la segunda fase está muy avanzada, a falta de remates y detalles no menos importantes. Pero en abril el edificio tiene que estar listo para acoger a los Juzgados de Primera Instancia dispersos por las calles del Carmen y Rualasal. Según indicó el consejero de Justicia, Vicente Mediavilla, «el ministerio se ha comprometido a entregarnos el edificio en abril». El director de la obra del Ministerio de Justicia, Vicente Ramírez, precisó que «el compromiso de entrega se va a cumplir». Sobre las deficiencias en la zona recién habilitada no quiso hacer comentarios.
Pero los problemas de Alcuba han «ralentizado» el desarrollo de los trabajos. «Aquí sólo hay un operario», comenta otro funcionario, que cuestiona que para abril la fase esté terminada. El director general de Justicia, Juan Carlos Mediavilla, precisa en este contexto que sólo resta el acondicionamiento de interiores y «tenemos el compromiso del Ministerio de Justicia de que terminará el edificio».
Pero además de las filtraciones en este edificio, en la zona de bajo cubierta del Tribunal Superior de Justicia también se produjeron goteras importantes. «Era impresionante como caía el agua el lunes», comenta un magistrado. En la sala de vistas donde se iba a celebrar un juicio con jurado, los funcionarios tuvieron que recoger con fregonas el agua que había entrado por las ventanas. Los despachos de varios magistrados también se mojaron y las papeleras que se encontraban en los pasillos servían de depósito para recoger el agua, todo ello a la vista de los ciudadanos.
También hubo problemas en los juzgados de la calle del Carmen y en el archivo judicial de Tabacalera, si bien en ningún caso el agua afectó a los expedientes, según reconoció el director general de Justicia. Mediavilla señaló que se han adoptado medidas provisionales hasta que los obreros puedan acceder al tejado para realizar los trabajos de reparación necesarios.
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