"¿Por qué a Hacienda se le dan medios informáticos con los que puede cruzar datos de contribuyentes que se le hurtan a la Justicia? Puedes tener a un delincuente en búsqueda y captura en el juzgado de al lado y no enterarte", denuncia un juez de Palma que prefiere mantener el anonimato aunque quiere poner de manifiesto las precarias condiciones con las que trabaja la judicatura."Se dice de nosotros muchas cosas. Que si somos excesivamente corporativistas, que si somos unos vagos... Admito que, como en todas partes, haya gente que trabaje menos, pero la generalidad se deja la vida en su trabajo. Jornadas de 14 horas diarias, tardes, fines de semana y festivos adelantando sentencias... Desde la escuela judicial ya se nos inculca que no podemos opinar sobre nada, tenemos veinte mil incompatibilidades, sólo podemos impartir conferencias, pero eso no significa que no exista un malestar dentro de la carrera judicial por las precarias condiciones en las que trabajamos", se desahoga este juez.
"No se están adoptando medidas para solucionar el problema de la lentitud de la Justicia, el sistema está obsoleto. E insisto, que no me hablen de corporativismo. Conseguir la unidad judicial hoy por hoy es una quimera", prosigue.
Ratas y cucarachas
Pero este juez quiere hacer especial hincapié en las dificultades con las que trabajan: "Conozco el caso de un compañero de Civil de Palma que se pasó más de un mes pidiendo tóner para la impresora ya que no podía imprimir las sentencias. Y tardaron ese tiempo en proporcionárselo, un mes. Por no hablar de los compañeros que han denunciado que comparten las dependencias judiciales con ratas y cucarachas. Y no hay que remontarse mucho en el tiempo para recordar el vergonzoso traslado de varios juzgados al edificio de carreteras del Consell, unas dependencias totalmente inadecuadas para acoger unos juzgados".
"La carga máxima que puede soportar un juzgado de primera instancia son 720 asuntos al año. En la actualidad en Palma se están llevando hasta 1.600, más del doble", continúa su denuncia este juez, que también deplora la poca colaboración que muestran otras instituciones.
"Unos resultados de una prueba de adn puede demorarse hasta quince meses. Y una analítica de droga, hasta un año, como denunció hace unos meses el juez José Castro de Instrucción tres. ¿Cómo puedes mantener un año a una persona en prisión por una sustancia que finalmente puede que sea inocua?", se pregunta.
"Y luego está el tema de los funcionarios de Justicia, que son captados de un bolsín y llegan a los juzgados sin ningún tipo de experiencia en este trabajo. ¿Cómo te vas a fiar de que no cumpla un trámite y retrase una salida de prisión? ¿O que embarge una cuenta que no toca? Te has de dedicar a formarlos y, sinceramente, mi trabajo consiste en dictar sentencias no en formar a trabajadores sin experiencia en este ámbito", se indigna el juez.
"Y desde la Administración no nos facilitan mucho las cosas", prosigue. "Está el caso de los tres nuevos juzgados que entraron en funcionamiento el pasado 30 de diciembre en Palma, dos de primera instancia y el nuevo Registro Civil. Han comenzado con la mitad de la plantilla que deberían tener asignada, tres funcionarios en lugar de seis, y con unos ordenadores cuya aplicación no se activó desde Madrid hasta hace días".
"Ni somos unos vagos ni somos corporativistas. Jueces y secretarios hacemos funcionar algo que no funciona", concluye.
Fuente: diariodemallorca.es
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