Los juzgados de guardia de Barcelona empezaron su andadura en la Ciudad de la Justicia, situada en L'Hospitalet de Llobregat, donde en una primera impresión se ha puesto de manifiesto la falta de espacio y la estrechez de las zonas de espera.
El decano de los juzgados de guardia de Barcelona, Francisco González Maíllo, ha destacado que el debut se ha llevado a cabo sin quejas especiales de los jueces y funcionarios, más allá de la falta de espacio, el exceso de ruido y la estrechez de los pasillos, que se convierten en zona de espera.
Como no se ha permitido el acceso de la prensa a los nuevos juzgados, han sido los jueces, funcionarios y abogados quienes han explicado que, por ejemplo, no funcionaba el aire acondicionado -se estaba reparando- y que las impresoras no daban abasto y se colapsaban.
Más reducidos que las antiguas instalaciones
Los jueces esperarán a que los 33 titulares de los juzgados de instrucción hayan hecho guardia -el próximo 21 de junio- para convocar una reunión de diagnóstico común y elevar las propuestas de modificación o las quejas, si las hay, a la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y a la Conselleria de Justicia.
El decano ha subrayado que la falta de espacio es evidente y que ahora disponen de menos metros cuadrados que en las antiguas instalaciones del paseo de Lluís Companys, pese a que ofrecen más servicios, con la inclusión de los juzgados de violencia doméstica.
Mala distribución de los despachos
La distribución también es distinta. El despacho de los jueces -que son más pequeños- no dan directamente a la sala de interrogatorios o de detenidos, por lo que no hay unidades físicas conjuntas para cada juez.
Algunos jueces y representantes sindicales se han quejado, además, de que uno de los principales problemas será la estrechez de los pasillos, donde temen que se acumulen personas que acuden a declarar ante el juez pero que no están detenidas -y que por tanto no aguardan en los calabozos-, así como abogados y traductores.
La sala de gobierno del TSJC expresó el pasado martes su "preocupación" por que no se hayan solucionado los problemas de falta de espacio y mala distribución.
Fruto de la improvisación
La juez de instrucción Cristina Ferrando, miembro de la sala de gobierno, ha lamentado que en la puesta en marcha de la nueva Ciudad Judicial "se ha improvisado todo", refiriéndose específicamente al espacio que alberga los juzgados de guardia.
Otro de los problemas detectados por los jueces es el exceso de ruido, que es general en toda la nueva Ciudad de la Justicia.
En la primera mañana de funcionamiento de los juzgados de guardia en la Ciudad de la Justicia han desfilado ante los jueces un total de 49 personas, de las que 37 lo han hecho en calidad de detenidos.
Fuente: elperiodico.com
El decano de los juzgados de guardia de Barcelona, Francisco González Maíllo, ha destacado que el debut se ha llevado a cabo sin quejas especiales de los jueces y funcionarios, más allá de la falta de espacio, el exceso de ruido y la estrechez de los pasillos, que se convierten en zona de espera.
Como no se ha permitido el acceso de la prensa a los nuevos juzgados, han sido los jueces, funcionarios y abogados quienes han explicado que, por ejemplo, no funcionaba el aire acondicionado -se estaba reparando- y que las impresoras no daban abasto y se colapsaban.
Más reducidos que las antiguas instalaciones
Los jueces esperarán a que los 33 titulares de los juzgados de instrucción hayan hecho guardia -el próximo 21 de junio- para convocar una reunión de diagnóstico común y elevar las propuestas de modificación o las quejas, si las hay, a la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y a la Conselleria de Justicia.
El decano ha subrayado que la falta de espacio es evidente y que ahora disponen de menos metros cuadrados que en las antiguas instalaciones del paseo de Lluís Companys, pese a que ofrecen más servicios, con la inclusión de los juzgados de violencia doméstica.
Mala distribución de los despachos
La distribución también es distinta. El despacho de los jueces -que son más pequeños- no dan directamente a la sala de interrogatorios o de detenidos, por lo que no hay unidades físicas conjuntas para cada juez.
Algunos jueces y representantes sindicales se han quejado, además, de que uno de los principales problemas será la estrechez de los pasillos, donde temen que se acumulen personas que acuden a declarar ante el juez pero que no están detenidas -y que por tanto no aguardan en los calabozos-, así como abogados y traductores.
La sala de gobierno del TSJC expresó el pasado martes su "preocupación" por que no se hayan solucionado los problemas de falta de espacio y mala distribución.
Fruto de la improvisación
La juez de instrucción Cristina Ferrando, miembro de la sala de gobierno, ha lamentado que en la puesta en marcha de la nueva Ciudad Judicial "se ha improvisado todo", refiriéndose específicamente al espacio que alberga los juzgados de guardia.
Otro de los problemas detectados por los jueces es el exceso de ruido, que es general en toda la nueva Ciudad de la Justicia.
En la primera mañana de funcionamiento de los juzgados de guardia en la Ciudad de la Justicia han desfilado ante los jueces un total de 49 personas, de las que 37 lo han hecho en calidad de detenidos.
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