miércoles, junio 03, 2009

Sevilla: La secretaria y los funcionarios del juzgado de Tirado piden el traslado

Tirado se baja del carro de Penal 1 y, tras él, esperan hacerlo la secretaria del juzgado y los tres funcionarios titulares que aún pelean entre los miles de papeles que inundan sus mesas. Si todos logran un nuevo destino, el juzgado quedará al completo en manos de personal interino.


El caso Mari Luz fue un golpe del que el Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla no se ha podido recuperar. El peso de una recalentada opinión pública por no haber encarcelado en su día al presunto asesino de Mari Luz ha acabado quebrando los cimientos del juzgado y quemando al personal que presta servicio en él. El ambiente tenso, aunque cordial, que se respira ha hecho que todo el personal quiera un nuevo destino.

El primero en dejar su plaza ha sido su titular. Tirado, sancionado con 1.500 euros por no encarcelar a Santiago del Valle, decía ayer adiós al que ha sido su despacho los últimos once años para iniciar una nueva etapa profesional en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Sevilla. A él, le seguirán su secretaria judicial, Juana Gálvez, que también fue sancionada por no hacer cumplir los dos años y nueve meses de prisión a Del Valle, y los tres únicos funcionarios de plantilla que quedan en el juzgado (los otros seis son interinos y no pueden solicitar un traslado). Aunque ellos aún tendrán que esperar.

Gálvez ha solicitado el traslado para el recién creado Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla, que funciona desde el pasado 1 de abril con un juez y un secretario sustitutos, aunque aún está pendiente de que el Ministerio de Justicia se lo confirme, al igual que a los tres funcionarios que lo han solicitado. La secretaria está además pendiente de que la Audiencia Nacional se pronuncie sobre la sanción de dos años de suspensión de empleo y sueldo impuesta por el ministerio.

Si se confirma el traslado de los tres funcionarios, el Penal 1 quedaría atendido al completo por personal interino. De hecho, puede que el juzgado al completo, quede en manos de sustitutos e interinos, ya que la tramitación para nombrar un nuevo juez suele demorarse unos dos meses por lo general y lo mismo ocurriría si a la secretaria le conceden el cambio de destino. De momento, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer un concurso público en el que se oferta la plaza que ocupaba Tirado.

Ahora, tras la marcha de Rafael Tirado, el juzgado tiene que ser ocupado ahora por un juez sustituto hasta que llegue su nuevo titular, que será para septiembre u octubre. El problema es que no hay jueces sustitutos disponibles, ya que todos tienen adjudicado un destino y dos de ellos están de baja por enfermedad. Con este panorama, lo más probable es que hasta el lunes el Penal 1 permanezca sin magistrado, lo que obligaría a suspender los juicios que tiene fijado para hoy (toda la mañana), salvo que el juez del Penal 2 pueda hacerse cargo de las vistas. El viernes el juzgado tiene de nuevo juicios, aunque si estos tuvieran que ser suspendidos sería más preocupante, ya que todos los acusados están presos y son casos que deben ser resueltos con más rapidez.

Por su parte, Tirado tendrá ahora que hacer un curso entre el 8 y el 19 de junio para adaptarse a la nueva jurisdicción. Una vez que lo haya concluido tendrá hasta el 22 de junio para incorporarse al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3, uno de los menos atascados, pese a tener mil asuntos pendientes y fijar ya los juicios para febrero de 2011.

El último día en el Prado

A primera hora de la mañana Rafael Tirado cruzaba por última vez, al menos como magistrado del Juzgado de lo Penal 1, el umbral de la que ha sido su casa durante once años: los juzgados del Prado. Con su maletín en mano, Tirado se disponía a enfrentarse a su última jornada oficial en un juzgado en el que forjó su prestigio con sentencias pioneras en materia de Violencia de Género, pero que también le ha hecho pasar el trago más amargo de su carrera judicial.

En su último día, Tirado, mucho más delgado y visiblemente afectado, se afanaba en dar el visto bueno a los últimos expedientes que firmará como juez titular de Penal 1, aunque en estos días acudirá para hacer balance y dejar todo claro para su futuro relevo. Tras la puerta del despacho, casi oculta por los numerosos archivadores que dividen en dos el pasillo principal, Tirado ultima su trabajo entre visita y visita de algún que otro compañero que ayer se pasó a despedirse y a darle ánimos en su nueva etapa, en la que pierde su rango al empezar de cero en una nueva jurisdicción. Todos le comprenden y harían “lo mismo” si estuvieran en su situación.

En la puerta frente a la suya, los funcionarios siguen trabajando en la tensa calma que se respira en las dependencias de Penal 1 desde que estallara el caso Mari Luz. Nada es como antes, hay cordialidad, pero las acusaciones entre Tirado y la secretaria judicial, Juana Gálvez, han hecho que la relación y el ambiente del juzgado no vuelvan a ser los mismos. Por eso, todos huyen de allí, para dejar atrás a Del Valle y su ejecutoria.

“Es una pena que le haya ocurrido esto a ellos, porque tanto Juana como Rafa son unos grandes trabajadores, pero el problema son los medios”, repetían ayer muchos de sus compañeros. Ahora ya es tiempo de aire nuevo.

Fuente: elcorreodeandalucia.es

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