
El juicio estaba previsto que se celebrara este martes 23 de junio, pero no llegó a tener lugar, ya que las partes llegaron a un acuerdo, según informaron fuentes de la Audiencia de Zamora. La funcionaria fue condenada finalmente a seis meses de prisión por un delito de infidelidad en la custodia de documentos y a año y medio por un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por un funcionario en el ejercicio de su cargo.
Además se le impuso una multa de seis meses a cuatro euros diarios y la inhabilitación para cargo público durante dos años, por el primer delito. El segundo de los delitos le supondrá también una multa de ocho meses con la misma cuota diaria y las costas judiciales.
En el acuerdo tomado entre las partes, se tuvo en cuenta la atenuante de alcoholismo, lo que rebajo la pena inicialmente pedida por el fiscal, un año y seis meses por el primer delito y cuatro años y seis meses por el segundo.
La sentencia considera probado que la funcionaria se llevó a su casa una quincena de expedientes cuya tramitación se inició entre los años 1991 y 2001. Según el libro de registro del juzgado de Benavente esos documentos fueron remitidos a la Audiencia Provincial o el juzgado de lo Penal, aunque realmente nunca llegaron allí. Todos los casos están relacionados con tráfico de drogas, robo, lesiones, delitos relacionados con el tráfico y contra la propiedad industrial. La trabajadora ocultó los expedientes judiciales para evitar reprimendas por el retraso que sufrían las causas.
Fuente: expansion.com
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