En el mostrador del juzgado de lo penal número siete de Valencia no se veía ya el histórico cartel de «cerrado por falta de funcionarios». Aunque el panorama que se vislumbraba en las mesas de los funcionarios seguía siendo igual de desolador. Pese a que la Conselleria de Justicia cubrió el martes la baja de uno de los cuatro empleados públicos, el órgano judicial no tuvo atención al público durante media mañana.
Los únicos dos funcionarios se hallaban en la sala de vistas celebrando juicios: uno como agente judicial y la interina notificando resoluciones a los detenidos. Mientras, en el juzgado, teléfonos que sonaban sin ser atendidos y profesionales y ciudadanos que se acercaban al mostrador del juzgado sin encontrar a nadie que les atendiera. «Esto es vergonzoso», lamentaba Rafael, un abogado que acudió a consultar un expediente.
«Volveré en una hora a ver...», apuntó el letrado al funcionario del juzgado de lo penal número seis, el mismo que contestó algunas de las llamadas sin atender del juzgado anexo. Y eso que, en dicho órgano, el empleado público también se hallaba solo.
Desde la Conselleria insistieron en que no se enteraron de la ausencia total de funcionarios en el órgano judicial hasta la mañana del lunes. Y aseguraron que tuvieron noticia a través de la prensa. Pero la propia secretaria del juzgado de lo penal número siete confirmó que a las «ocho de la mañana» del polémico día contactó con una jefa de área de la Conselleria.
«Entro en sala para celebrar juicios y el juzgado se me queda sin nadie», fue su advertencia. Y ni siquiera era su primer aviso de la escasez de personal en su juzgado por la conjunción de bajas y vacaciones. Ya el anterior martes remitió un fax a la Conselleria para pedir «urgentemente» la cobertura de una de las plazas «pues al faltar personal este juzgado se puede colapsar», como refleja en un escrito.
Más funcionarios por juez
Una petición que repitió a los tres días ante la falta de respuesta de la Conselleria, como consta en un informe de transmisión del fax remitido por la secretaria judicial. Desde Justicia reiteraron que una de las plazas del juzgado de lo penal número siete estaba previsto cubrirla ayer y se adelantó al martes al tener conocimiento de la urgencia de la situación. Fuentes de la Conselleria lamentaron que otro problema reside en el escaso número de plazas de interinos que se convocan por parte del Ministerio y destacaron que, a pesar de todo, la Comunitat es la cuarta de España con mayor número de funcionarios por juez.
La falta de funcionarios en el juzgado durante estas jornadas no sólo se ha traducido en falta de atención a ciudadanos, abogados y procuradores. Cerca de «una docena» de casos que entraron en el juzgado entre el lunes y el martes sufrirán también un ligero retraso de tramitación, como confirmaron desde el propio órgano.
La situación de cierre del juzgado de lo penal número siete es la primera vez que se produce, aunque la escasez de personal no es única. Y un juez de lo penal confirmaba, en los pasillos de la Ciudad de la Justicia, la sobrecarga de trabajo que sufren.
«Cuando éramos jóvenes señalábamos los juicios en mes y medio», recordaba el magistrado. Ahora lo hacen en seis meses, y eso el órgano que no va muy saturado. El Poder Judicial baraja fijar 500 asuntos como máximo por juzgado penal. «Aquí hace años que pasamos de 700», afirma con sonrisa resignada el juez.
Fuente: lasprovincias.es
Los únicos dos funcionarios se hallaban en la sala de vistas celebrando juicios: uno como agente judicial y la interina notificando resoluciones a los detenidos. Mientras, en el juzgado, teléfonos que sonaban sin ser atendidos y profesionales y ciudadanos que se acercaban al mostrador del juzgado sin encontrar a nadie que les atendiera. «Esto es vergonzoso», lamentaba Rafael, un abogado que acudió a consultar un expediente.
«Volveré en una hora a ver...», apuntó el letrado al funcionario del juzgado de lo penal número seis, el mismo que contestó algunas de las llamadas sin atender del juzgado anexo. Y eso que, en dicho órgano, el empleado público también se hallaba solo.
Desde la Conselleria insistieron en que no se enteraron de la ausencia total de funcionarios en el órgano judicial hasta la mañana del lunes. Y aseguraron que tuvieron noticia a través de la prensa. Pero la propia secretaria del juzgado de lo penal número siete confirmó que a las «ocho de la mañana» del polémico día contactó con una jefa de área de la Conselleria.
«Entro en sala para celebrar juicios y el juzgado se me queda sin nadie», fue su advertencia. Y ni siquiera era su primer aviso de la escasez de personal en su juzgado por la conjunción de bajas y vacaciones. Ya el anterior martes remitió un fax a la Conselleria para pedir «urgentemente» la cobertura de una de las plazas «pues al faltar personal este juzgado se puede colapsar», como refleja en un escrito.
Más funcionarios por juez
Una petición que repitió a los tres días ante la falta de respuesta de la Conselleria, como consta en un informe de transmisión del fax remitido por la secretaria judicial. Desde Justicia reiteraron que una de las plazas del juzgado de lo penal número siete estaba previsto cubrirla ayer y se adelantó al martes al tener conocimiento de la urgencia de la situación. Fuentes de la Conselleria lamentaron que otro problema reside en el escaso número de plazas de interinos que se convocan por parte del Ministerio y destacaron que, a pesar de todo, la Comunitat es la cuarta de España con mayor número de funcionarios por juez.
La falta de funcionarios en el juzgado durante estas jornadas no sólo se ha traducido en falta de atención a ciudadanos, abogados y procuradores. Cerca de «una docena» de casos que entraron en el juzgado entre el lunes y el martes sufrirán también un ligero retraso de tramitación, como confirmaron desde el propio órgano.
La situación de cierre del juzgado de lo penal número siete es la primera vez que se produce, aunque la escasez de personal no es única. Y un juez de lo penal confirmaba, en los pasillos de la Ciudad de la Justicia, la sobrecarga de trabajo que sufren.
«Cuando éramos jóvenes señalábamos los juicios en mes y medio», recordaba el magistrado. Ahora lo hacen en seis meses, y eso el órgano que no va muy saturado. El Poder Judicial baraja fijar 500 asuntos como máximo por juzgado penal. «Aquí hace años que pasamos de 700», afirma con sonrisa resignada el juez.
Fuente: lasprovincias.es
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