César Tolosa lleva años clamando por conseguir más medios materiales que agilicen los procesos judiciales. Y ahora que parece que por este lado está encarrilado, le parece importante recalcar que el «verdadero reto» de la Justicia es un «cambio radical» de la organización, ya que se sigue funcionando «con esquemas válidos para los inicios del siglo pasado». No para éste. En la apertura del Año Judicial en Cantabria, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) reclamó, además, mayor flexibilidad en la creación de nuevos órganos judiciales: «las necesidades que ahora detectamos sólo podrán ser atendidas al finalizar 2010», lo que supone que los problemas «se enquistan».
Tolosa pronunció ayer su discurso del 'estado de la justicia' en una sala del complejo judicial de Las Salesas abarrotada de invitados de muy distintos sectores de la sociedad, políticos y autoridades militares y policiales, además de representantes de la judicatura y abogacía. Por el Gobierno acudieron los regionalistas Miguel Ángel Revilla, Vicente Mediavilla (consejero de Presidencia y Justicia) y José María Mazón (consejero de Obras Públicas).
También estuvieron Dolores Gorostiaga, vicepresidenta del Ejecutivo, el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio, el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y Miguel Mateo, secretario de la Delegación del Gobierno.
Cocktail de mejoras
En opinión de Tolosa se están dando pasos hacia la modernización de la Administración de Justicia, aunque recalcó que el éxito del empeño no depende de un sólo factor. El avance, señaló, requiere un cocktail de mejoras «en la gestión de los medios, reformas normativas, cambios organizativos y redistribución de cometidos».
Lo ha apuntado en en numerosas ocasiones y ayer lo reiteró: es necesaria una oficina judicial diseñada para ser capaz de dar las respuestas «de calidad» que precisan los ciudadanos. «Es cierto que necesitamos más juzgados, más jueces y más personal, pero es innegable que la actual configuración de la Administración de Justicia es un obstáculo grave a su utilización con resultados positivos. En definitiva, no todo consiste en dotar de mayores medios».
Tras repasar los avances logrados en los últimos tiempos por actualizar el sistema, Tolosa indicó que estas medidas no puede quedarse únicamente en una «mera puesta al día» de sus medios materiales y tecnológicos, en la creencia de que «introducir nuevas tecnologías en una organización caótica sólo habrá de servir para automatizar o mecanizar el caos».
Urgencias
En el plano práctico, el presidente del TSJC señaló cuáles serían las necesidades de nuevos órganos y subrayó que la sala de gobierno ha sido «tremendamente prudente en sus peticiones» formulando sólo «aquellas que por su gravedad no pueden esperar a la llegada de mejores coyunturas». Estas urgencias serían un Juzgado número 6 de lo Social, un Juzgado Mixto número 7 en Torrelavega y un Juzgado de Primera Instancia número 12 en Santander. Sólo en lo Social, y debido a la crisis, se ha pasado de tramitar 621 despidos en 2006 a más del doble en 2009 (1.272).
En el orden civil, los Juzgados de Primera Instancia de Santander han duplicado el número de juicios ordinarios en los últimos tres años, periodo en el que pasaron de 863 a 1.622.
En la misma línea que César Tolosa se pronunció Gema Gallego, una de las dos vocales para Cantabria del Consejo General del Poder Judicial, CGPJ, (Margarita Uría no pudo desplazarse a Santander) quien hizo suyas las reivindicaciones de todo tipo del TSJC al tiempo que valoraba el esfuerzo de los profesionales que ejercen en la región, capaces de suplir «con esfuerzo y dedicación» las muchas carencias «estructurales y coyunturales de la Justicia».
Presupuestos valientes
Por su parte, Pilar Calvo, fiscal superior del TSJC, tras coincidir en la «necesidad imperiosa» de superar el «modelo de organización obsoleto», reclamó un plan de presupuestos «valientes y adecuados» que respalden el ejercicio de su trabajo.
Fuente: eldiariomontanes.es
Tolosa pronunció ayer su discurso del 'estado de la justicia' en una sala del complejo judicial de Las Salesas abarrotada de invitados de muy distintos sectores de la sociedad, políticos y autoridades militares y policiales, además de representantes de la judicatura y abogacía. Por el Gobierno acudieron los regionalistas Miguel Ángel Revilla, Vicente Mediavilla (consejero de Presidencia y Justicia) y José María Mazón (consejero de Obras Públicas).
También estuvieron Dolores Gorostiaga, vicepresidenta del Ejecutivo, el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio, el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y Miguel Mateo, secretario de la Delegación del Gobierno.
Cocktail de mejoras
En opinión de Tolosa se están dando pasos hacia la modernización de la Administración de Justicia, aunque recalcó que el éxito del empeño no depende de un sólo factor. El avance, señaló, requiere un cocktail de mejoras «en la gestión de los medios, reformas normativas, cambios organizativos y redistribución de cometidos».
Lo ha apuntado en en numerosas ocasiones y ayer lo reiteró: es necesaria una oficina judicial diseñada para ser capaz de dar las respuestas «de calidad» que precisan los ciudadanos. «Es cierto que necesitamos más juzgados, más jueces y más personal, pero es innegable que la actual configuración de la Administración de Justicia es un obstáculo grave a su utilización con resultados positivos. En definitiva, no todo consiste en dotar de mayores medios».
Tras repasar los avances logrados en los últimos tiempos por actualizar el sistema, Tolosa indicó que estas medidas no puede quedarse únicamente en una «mera puesta al día» de sus medios materiales y tecnológicos, en la creencia de que «introducir nuevas tecnologías en una organización caótica sólo habrá de servir para automatizar o mecanizar el caos».
Urgencias
En el plano práctico, el presidente del TSJC señaló cuáles serían las necesidades de nuevos órganos y subrayó que la sala de gobierno ha sido «tremendamente prudente en sus peticiones» formulando sólo «aquellas que por su gravedad no pueden esperar a la llegada de mejores coyunturas». Estas urgencias serían un Juzgado número 6 de lo Social, un Juzgado Mixto número 7 en Torrelavega y un Juzgado de Primera Instancia número 12 en Santander. Sólo en lo Social, y debido a la crisis, se ha pasado de tramitar 621 despidos en 2006 a más del doble en 2009 (1.272).
En el orden civil, los Juzgados de Primera Instancia de Santander han duplicado el número de juicios ordinarios en los últimos tres años, periodo en el que pasaron de 863 a 1.622.
En la misma línea que César Tolosa se pronunció Gema Gallego, una de las dos vocales para Cantabria del Consejo General del Poder Judicial, CGPJ, (Margarita Uría no pudo desplazarse a Santander) quien hizo suyas las reivindicaciones de todo tipo del TSJC al tiempo que valoraba el esfuerzo de los profesionales que ejercen en la región, capaces de suplir «con esfuerzo y dedicación» las muchas carencias «estructurales y coyunturales de la Justicia».
Presupuestos valientes
Por su parte, Pilar Calvo, fiscal superior del TSJC, tras coincidir en la «necesidad imperiosa» de superar el «modelo de organización obsoleto», reclamó un plan de presupuestos «valientes y adecuados» que respalden el ejercicio de su trabajo.
Fuente: eldiariomontanes.es
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