En la provincia de Granada existen algo más de mil funcionarios trabajando para la Administración de Justicia y, por el momento, los servicios de inspección de la Consejería de Justicia no tienen constancia de que se haya producido un "uso indebido" de las contraseñas, según reconoció el delegado de Justicia en Granada, Baldomero Oliver. Sin embargo, a finales de septiembre, la Delegación de Justicia remitió a los funcionarios una carta para hacerles saber que se han detectado posibles "usos indebidos" de las claves de acceso a los sistemas informáticos de la Administración de la Justicia, con especial incidencia en el sistema de control de horario ´Hermes´. Nicolas Núñez, portavoz del sindicato STAJ, interpreta la misiva como una "amenaza". "La solución a las dificultades que atraviesa la Administración de Justicia no puede ser apretar las clavijas a los funcionarios".La última circular que la Consejería de Justicia ha trasladado a los funcionarios sobre el uso indebido del sistema de control de horarios se ha acogido con una mezcla de malestar e indiferencia entre los trabajadores.
En la misiva se les advierte de que los usuarios de cualquier sistema informático de la Administración tienen el deber de custodiar su identificación y contraseña, "sin que se pueda proceder a su revelación o puesta al alcance de terceros". El hecho de que un funcionario pueda fichar por otro constituye una falta disciplinaria muy grave que puede derivar en la suspensión de empleo y sueldo durante tres años o el traslado forzoso.
Algunos no acaban de entender a qué viene dicha "advertencia", si bien están convencidos de que la instrucción dada en Sevilla obedece a "un intento de desviar la atención para no afrontar los verdaderos problemas que afectan a la justicia", opinó el portavoz del sindicato STAJ, Nicolás Núñez. "Los funcionarios son responsables de las claves y, en ningún caso, los usos indebidos son generalizados. Es más, en Granada los inspectores no han detectado ningún caso", subrayó.
"Recordatorio"
Sobre este asunto, el delegado de Justicia en Granada, Baldomero Oliver, aclaró que ni era una advertencia ni una amenaza sino tan solo un "recordatorio". "Ni se ha detectado en Granada ningún uso indebido en el sistema de control de horarios, ni se ha puesto en marcha ninguna investigación; tan solo es una comunicación habitual dentro de la normalidad en las relaciones", precisó Oliver, quien no tiene duda de que los funcionarios en Granada son "gente seria que se deja la piel". "Hay mucha literatura y leyenda urbana sobre el papel de los funcionarios, que no se corresponde con la realidad", indicó.
Fuente: laopiniondegranada.es
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