La sede ciudarrealeña del Instituto de Medina Legal con demarcación Toledo-Ciudad Real, una vieja reivindicación del ‘patito feo’ de la Justicia: la forensía, ha pasado a ser un prioridad para el Ministerio de Justicia, que pretende retomar en estos meses la construcción de unas dependencias para la práctica de la medina legal, asignatura pendiente con Ciudad Real desde año 2005, cuando se creó sobre el papel.
Luis Fresneda, gerente territorial del ministerio, que se referió al instituto como el principal incumplimiento de su departamento con Ciudad Real, aseguró que en estos momentos estas dependencias son “una prioridad” en toda regla para su departamento, y así consta en el plan de modernización de la Justicia aprobado recientemente por el Gobierno.
Con una subdirección general del instituto con sede en Ciudad Real capital, que debería tener instalaciones propias para el servicio de patología forense (autopsias) y laboratorio, los doce forenses que -también sobre el papel, en la práctica no suelen estar en activo tantos- dan servicio a la provincia andan de prestado en los juzgados de los partidos judiciales en los que son competentes para pasar consulta, y tienen que practicar complejas autopsias e investigaciones criminales, muy importantes para resolver crímenes, en los tanatorios con los que el Ministero de Justicia ha llegado a acuerdos.
No es ni de lejos una situación deseable, y así lo admite el propio gerente del ministerio para Castilla-La Mancha, que espera que en no demasiado tiempo la Junta de Comunidades, propietaria del edificio que en su día albergó el hospital del Carmen, responda a la solicitud oficial del ministerio que ha reclamado parte de ese inmueble para construir allí en el instituto.
De lo contrario el ministerio tendría que buscar un emplazamiento distinto, todavía por determinar y con ayuda en este caso del Ayuntamiento. La mejor opción Para Ramón Antequera, el subdirector del instituto, el hospital del Carmen en el que los forenses ya dispusieron de un modesto sótano, es el emplazamiento más adecuado, “está muy bien comunicado y las instalaciones son las adecuadas”, afirma, y dice que lo de la prioridad lo han recibido “esperanzados”, pero conscientes de que la situación económica no es la más adecuada.
Desconocidos
Protagonizan las series de televisión más seguidas por las audiencias y su trabajo aparece retratado en cientos de películas, novelas y artículos. Sin embargo la realidad es distinta. “Nuestra trabajo es muy desconocido”, asegura Ramón Antequera, junto con Jesús Martín Tabernero, el forense en activo más veterano y experimentado de Ciudad Real.
Antequera es el subdirector desde 2005 del Instituto de Medicina Legal Toledo-Ciudad Real, que en realidad no existe, y tiene que lidiar con horarios abusivos, “en ocasiones un único forense tiene que estar tres semanas de guardia permanente”, poco personal y pocas posibilidades de cubrir bajas por enfermedad, vacaciones, etc.
Así, los doce forenses que sobre el papel prestan servicio en Ciudad Real a la Justicia (una cifra de entrada pequeña, teniendo en cuenta que hay diez partidos judiciales y amplísimos), trabajan “desbordados”, con muchos más asuntos de los deseables. “El volumen de trabajo es asumible pero no tenemos ninguna posibilidad de centralizar servicios como las autopsias”, indica Antequera.
Cubrir una baja es aquí casi misión imposible, “no hay lista de interinos, con los sueldos que paga Justicia pocos médicos, a menos que sean totalmente vocacionales, se dedican a esto, prefieren la sanidad convencional”.
Con todo, y “aunque al menos necesitaríamos dos forenses más en plantilla”, Antequera tiene claro que la principal carencia es la de infraestructuras y reclama un instituto digno y bien dotado.
Fuente: Lanza Digital
Luis Fresneda, gerente territorial del ministerio, que se referió al instituto como el principal incumplimiento de su departamento con Ciudad Real, aseguró que en estos momentos estas dependencias son “una prioridad” en toda regla para su departamento, y así consta en el plan de modernización de la Justicia aprobado recientemente por el Gobierno.
Con una subdirección general del instituto con sede en Ciudad Real capital, que debería tener instalaciones propias para el servicio de patología forense (autopsias) y laboratorio, los doce forenses que -también sobre el papel, en la práctica no suelen estar en activo tantos- dan servicio a la provincia andan de prestado en los juzgados de los partidos judiciales en los que son competentes para pasar consulta, y tienen que practicar complejas autopsias e investigaciones criminales, muy importantes para resolver crímenes, en los tanatorios con los que el Ministero de Justicia ha llegado a acuerdos.
No es ni de lejos una situación deseable, y así lo admite el propio gerente del ministerio para Castilla-La Mancha, que espera que en no demasiado tiempo la Junta de Comunidades, propietaria del edificio que en su día albergó el hospital del Carmen, responda a la solicitud oficial del ministerio que ha reclamado parte de ese inmueble para construir allí en el instituto.
De lo contrario el ministerio tendría que buscar un emplazamiento distinto, todavía por determinar y con ayuda en este caso del Ayuntamiento. La mejor opción Para Ramón Antequera, el subdirector del instituto, el hospital del Carmen en el que los forenses ya dispusieron de un modesto sótano, es el emplazamiento más adecuado, “está muy bien comunicado y las instalaciones son las adecuadas”, afirma, y dice que lo de la prioridad lo han recibido “esperanzados”, pero conscientes de que la situación económica no es la más adecuada.
Desconocidos
Protagonizan las series de televisión más seguidas por las audiencias y su trabajo aparece retratado en cientos de películas, novelas y artículos. Sin embargo la realidad es distinta. “Nuestra trabajo es muy desconocido”, asegura Ramón Antequera, junto con Jesús Martín Tabernero, el forense en activo más veterano y experimentado de Ciudad Real.
Antequera es el subdirector desde 2005 del Instituto de Medicina Legal Toledo-Ciudad Real, que en realidad no existe, y tiene que lidiar con horarios abusivos, “en ocasiones un único forense tiene que estar tres semanas de guardia permanente”, poco personal y pocas posibilidades de cubrir bajas por enfermedad, vacaciones, etc.
Así, los doce forenses que sobre el papel prestan servicio en Ciudad Real a la Justicia (una cifra de entrada pequeña, teniendo en cuenta que hay diez partidos judiciales y amplísimos), trabajan “desbordados”, con muchos más asuntos de los deseables. “El volumen de trabajo es asumible pero no tenemos ninguna posibilidad de centralizar servicios como las autopsias”, indica Antequera.
Cubrir una baja es aquí casi misión imposible, “no hay lista de interinos, con los sueldos que paga Justicia pocos médicos, a menos que sean totalmente vocacionales, se dedican a esto, prefieren la sanidad convencional”.
Con todo, y “aunque al menos necesitaríamos dos forenses más en plantilla”, Antequera tiene claro que la principal carencia es la de infraestructuras y reclama un instituto digno y bien dotado.
Fuente: Lanza Digital
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